Queratosis pilaris: ¿qué es y cómo solucionarla?

Nota escrita para Diario Fingurú

Tener granitos en los brazos, piernas, muslos o mejillas es más común de lo que pensás. Son muchas las personas que tienen esta afección cutánea llamada queratosis pilaris, también conocida como “piel de gallina”. Se produce debido a una acumulación de queratina, una proteína que forma la capa externa de la piel, en los folículos pilosos. Esto puede obstruirlos y dar lugar a las protuberancias características.

A pesar de no ser perjudicial para la salud, la queratosis pilaris puede ser una fuente de preocupación estética para quien la padece y, en algunos casos, de molestias. No se puede curar definitivamente o prevenir, pero con paciencia y cuidado, es posible mejorar su apariencia y textura. A continuación, estos son algunos consejos para cuidar la piel en casa:

Exfoliación suave

Usar exfoliantes enzimáticos suaves para ayudar a eliminar el exceso de células de piel muerta y reducir la obstrucción de los folículos. Evitar guantes o esponjas, es preferible usar la mano para no dañar la piel.

Hidratación

Mantener la piel hidratada es lo más importante para reducir los granitos, ya que la sequedad cutánea agrava la afección. Aplicar lociones humectantes ricas en ingredientes como urea, ácido láctico o ácido salicílico va a suavizar la piel y disminuir las protuberancias. Lo ideal, es salir de la ducha y untar la crema cuando la piel se encuentra todavía húmeda.

Protector solar

La exposición solar moderada puede proporcionar vitamina D y otros beneficios para la salud. Sin embargo, las personas con queratosis pilaris deben ser cautelosas y proteger su piel para prevenir la irritación, la hiperpigmentación y posibles complicaciones a largo plazo. Por lo tanto, es recomendable usar protector solar 50, especialmente en las áreas afectadas.

Evitar

Baños calientes debido a que pueden eliminar los lípidos naturales y provocar más sequedad de la piel; la ropa muy ajustada porque provoca la oclusión en los folículos; el estrés o la deshidratación.

Por último, siempre es recomendable consultar con un profesional. Además, si los métodos anteriores no funcionan, un dermatólogo puede recetar tratamientos más intensivos como exfoliación profesional o terapias con láser.